
Ha terminado la temporada y es el momento de seguir disfrutando de la nieve en nuestros largos paseos de esquí de montaña. Este invierno tardío ha dado una nieve estupenda para el mes de marzo y abril y esperamos seguir disfrutándola durante el mes de mayo, aunque para eso tendremos que irla a buscar a los altos mantos de grandes montañas del Pirineo como son el Aneto, el glaciar de Neouvielle o al Vignemal.
Pero hasta que nos embarquemos en una de esas, tenemos ganas de dedicar una jornada al esquí de montaña en familia. Y para tamaña fiesta nos vamos a Astún,¡dónde sino!.

El valle ha guardado la nieve como nunca, además es territorio conocido para los peques y nosotros ya hemos probado otros años el recorrido que proponemos, incluso con los niños más pequeños de modo que la seguridad de la expedición está garantizada.
Esta vez nos reunimos tres familias con gente pequeña que ronda desde los 13 años a los 8. Los mayores han alquilado los equipos en Deportes Azús, donde los tenían preparados a su talla y los más pequeños llevan raquetas. Los padres y madres llevamos esquíes de montaña y algún que otro equipo de esquí alpino en la mochila, incluidas las botas, para que los peques puedan bajar esquiando, que es lo que más les va a gustar de la mañana de hoy.

Y arrancamos la jornada con muchas ganas e ilusión, sobre todo los padres que queremos mostrar y enseñar a los vástagos nuestras pericias sobre los esquíes “subemontañas“, como algunos los llaman.
El recorrido es subir y bajar Truchas. Parece una bobada pero para ellos que los sube siempre la silla, va a ser un shock.
Como siempre nos sorprenden y se ponen al tajo sin ningún problema, respetando el ritmo y el grupo, se nota que están bien adiestrados por los entrenadores de alpino de Mayencos.
Enseguida trazamos un “gusanito” la mar de gracioso que sube y que sube sin parar, superando todas las pendientes. Los pobres se quedan pasmados al ver lo que hay que subir, cuando ellos por lo general lo bajan en chus y empiezan a recriminarnos y a cuestionar qué tipo de padres somos, que los sometemos a tamañas penalidades, (la voz más dramática), pero no consiguen parar al gusanito, aunque a punto están de boicotearlo y manifestarse en pro de los derechos de los niños.
Pronto conseguimos apaciguarlos a base de chuches, Huesitos y agua y enfilamos la última subida, subida que nos llevará al preciado iglú que pensamos construir, al bocata de salchichas y al chocolate. ¡Qué felicidad me produce vernos allí con los retoños, criaturas, jjj!

Intentamos explicarles lo que la tarde anterior nos decía Juanjo San Sebastián en La Casa de la Montaña de Jaca www.lacasadelamontana.com , que a lo largo de su vida, las veces que había sentido eso que llamamos felicidad, se había dado cuenta de que siempre coincidía que estaba muy cansado. Ellos escuchan pero solo dicen entredientes :”_Sí…, jo…, seguro…, seguro que ese señor no estaba tan cansado como yo.”
![DSC_4502[1].JPG](http://jacaesquitravesia.inturmark.es/wp-content/uploads/2016/05/dsc_45021.jpg)
Y sin darnos cuenta estamos en la terraza del bar de Truchas donde han dejado los carteles del cava de Freixenet!!. Ya podéis imaginar lo que echamos en falta acto seguido.
Bocata, fotos, cueva de nieve y juegos de los niños nos hacen perder la noción del tiempo y para cuando nos ponemos los esquíes para bajar la nieve se ha puesto melosa y pegajosa, un peligro para los mayores, a los peques les da igual, su preciada bajada será el premio bien merecido y desaparecen a la velocidad del rayo montaña abajo.
Para otro año estáis invitados al plan familiar. ¡¡¡Os esperamos!!!