
Tras varios días de nevadas y luego lluvias, con aludes incluidos, el domingo amanece con la nieve dura y todos salimos con un poco de precaución.
La subida la inicio hacia el Ibón de Escalar, observando como se está abriendo la nieve en algunos puntos, con el consiguiente riesgo de alunes, con una nieve realmente dura, pero con una base que nunca sabes como está.

En la anterior fotografía se ve una zona de nieve cortada, conformando una cornisa por debajo la cual se ve una huella, pero prefiero evitar eligiendo la trazada pintada en rojo.

En el barranco que desagua el Ibón de Escalar, se ve como se está cortando la nieve, por lo que lo que está haciendo ese esquiador me parece una mala elección, buscaré otra alternativa para bajar.
Al llegar al Ibón de Escalar, decido pasarlo por un lado y voy viendo como han ido cayendo varios aludes desde el Pic de Escalar, o desde el Belonseiche, que son las zonas de mayor pendiente. Decido ir hacia el Pic des Moines, o al menos hasta el Col de Benou, evitando esa última arista, que seguro que está delicada.

Esta pala está soleada y agarra bastante bien, permitiendo incluso ue los esquí marque la traza por la que vengo. No obstante, al llegar a la cresta, decido poner cuchillas para mayor seguridad.

Comienzo por la loma de la izquierda de la foto anterior y voy cresteando y disfrutando del paisaje.


Finalmente, llego al Coll de Benou, donde además de echar unas cuantas fotos, descalzo los esquís y quito pieles para bajar de vuelta hacia el Ibón de Escalar, por una pala que ya he comprobado subiendo que está muy soleada y la nieve ya ha transformado.

Os dejo una panorámica algo extraña, en la que se ve desde el Pic des Moines, a la izquierda, hasta el Ibón de Escalar, a la derecha. Toda esa parte de Atrás tiene mucha nieve y sin tocar, pero hoy no me voy a alejar más, ya habrá más días.
Bajo esquiando por la pala que está muy blandita, quizás algo pesada, pero se deja esquiar bien. Paso por la derecha del Ibón de Escalar y decido ir hacia el Blonseiche para bajar por las palas más soleadas.

Estos días medio nublados nos permiten deleitarnos con colores, luces y sombras, que nos hacen disfrutar de la montaña más todavía.

Finalmente, toca bajar, par lo cual he buscado una paz soleada, por la parte de detrás del Belonseiche. Me evito llegar a hacer cumbre, ya que la parte última es muy pendiente y aunque ya se ha caído algún alud, me parece ver arriba otra cornisa, por lo que evito el riesgo y decido buscar una pala bonita para bajar.

La verdad es que disfruté de una bajada fantástica, con una nieve excepcional en la parte alta. Más abajo la nieve se va haciendo más pesada, hasta llegar a los llanos del sol, donde los rayos del sol inciden de manera más inclinada y se transforma menos, por lo que está un poco más dura, algo costra incluso.

Y así acabo el día, revisando fotografías, haciendo panorámicas y volviendo disfrutar rememorando la salida.