24/02/2019
Segunda etapa de la travesía de dos días, que resumíamos en anterior crónica. La vuelta a Candanchú, tras dormir en Lizara, afrontando otro gran pico, el Aspe.
CRÓNICA DE LA TRAVESÍA:
No pudimos desayunar lo pronto que hubiéramos querido por haber llegado tarde el día anterior al refugio, por lo que comenzamos con algo de retraso.
La subida al Collado del Bozo la hicimos con nieve muy dura, con cuchillas. Mercedes nos llevó a buen ritmo, que no ahogaba a nadie, pero constante, sin pausa.
Desde el colado del Bozo tuvimos que bajar a buscar el Barranco Hondo, único paso de bajada hacia el río que teníamos en una pared rocosa.
Con el GPS no tardamos mucho en encontrarlo. Bajamos esquiando con una nieve muy pesada, ya comenzábamos a sufrir el retraso de la salida.
Llegamos al Barranco de Iguer y lo cruzamos andando, puesto que llevaba muy poca agua. Pusimos pieles y comenzamos a subir hacia el Aspe.
Al llegar al embudo, Mercedes y Bárbara decidieron dar la vuelta y bajar hacia Aísa. Sabían que quedaba gran parte de la ruta y que íbamos tarde.
Continuamos por tanto, únicamente cinco esquiadores, de los nueve que salimos el sábado de Candanchú.
La subida se hizo muy larga por el calor y la nieve demasiado transformada, que en alguna media ladera se desmoronaba, con el sobre esfuerzo que ese traspiés supone.
Dejamos los esquís y las mochilas para hacer el último tramo con crampones y piolet, hasta la cima.
Ya vimos que la vuelta a Candanchú era inviable por la cara norte. La nieve estaba muy helada y es un tramo muy expuesto.
Por tanto, bajamos esquiando hasta el paso de la Garganta del Aspe con el objetivo de ir hasta Loma Verde. Pero ese tramo también estaba muy helado, por lo que tuvimos que hacer un largo tramo con crampones.
Finalmente, la bajada de Loma Verde no fue nada agradable, puesto que era ya muy tarde, la nieve estaba helada como el mármol y había mucha huella.
Tras hacer la última media ladera de la Cueva de los Contrabandistas, una remadita y llegamos a Candanchú con las últimas luces del día, donde nos encontramos una agradable sorpresa: Mercedes y Bárbara nos estaban esperando con unas cervezas fresquitas.
Unos 16 km y 1.665 m de ascenso acumulado, pero en unas condiciones muy duras, tanto por el calor de la subida al Aspe, como por la larga aproximación a Loma Verde con crampones.
Y dos enseñanzas muy importantes que nos llevamos de esta travesía:
- Hemos de madrugar más ante rutas tan largas y
- aunque las temperaturas sean altas, en febrero nos podemos encontrar con orientaciones norte sombrías y complicadas, con mucho hielo.
Más abajo os dejamos mapas, perfiles y el track para que podáis ver como hicimos la ruta.
Nos vemos en la montaña.
MAPAS:
A continuación presentamos los mapas con la simbología habitual (verde “foqueando” con pieles, rojo esquiando sin pieles, amarillo porteo de esquís, en este caso tramos con crampones).
PERFIL:
ANÁLISIS POR TRAMOS:
En cada tramo se refleja: distancia (km), ascensión acumulada (m), desnivel bajado (m) y tiempo empleado (incluso transiciones y descansos).
TRACK: